En Danza Las Palmas creemos que la danza es un lenguaje universal que trasciende barreras, incluyendo las del autismo. Hoy queremos compartir una historia especial, la de un alumno de Danza Las Palmas que se llama Guillermo. Un alumno que ha encontrado en nuestra escuela mucho más que una actividad extraescolar. Ha encontrado un lugar de seguridad, afecto y diversión en el que se siente cómodo y libre.
Guillermo es un niño autista que asiste a nuestras clases de funky con el profesor Álvaro. Sus padres, nos contaron: “Estamos muy contentos de la decisión de apuntarnos a esta escuela porque le ha ayudado muchísimo a relacionarse con los demás compañeros y a obtener una buena educación física. También queremos destacar el trato del profesor Álvaro, un trato muy humano con los chicos y chicas y sobre todo su gran profesionalidad”.
Los niños con autismo, como Guillermo, enfrentan retos diarios que afectan su bienestar e interacción con el mundo. Tienen dificultades para comunicarse, expresar emociones y comprender gestos o tonos de voz. Las relaciones sociales son complejas, con obstáculos como el contacto visual y los códigos de interacción.
Además, los estímulos sensoriales pueden ser abrumadores, mientras que cambios en las rutinas generan ansiedad. Gestionar emociones es un desafío constante. En Danza Las Palmas, reconocemos que, para Guillermo, cada día es un esfuerzo por adaptarse, y ofrecemos comprensión, apoyo y paciencia para impulsar su desarrollo.
Una vez que conocemos los desafío a los que se enfrenta cada día Guillermo podemos afirmar que la danza no sólo es un arte, sino también una herramienta poderosa que abre puertas al desarrollo personal y la inclusión y estos son algunos de sus beneficios:
Expresión sin palabras: A través del movimiento, los niños con autismo encuentran una forma de comunicar emociones y conectar con los demás.
Confianza y autoestima: Cada paso aprendido y cada presentación refuerzan su seguridad en sí mismos.
Habilidades sociales: El trabajo en equipo y la interacción durante las clases les enseñan a compartir, colaborar y relacionarse de manera positiva.
Liberación emocional: Bailar les ayuda a canalizar la energía acumulada y a manejar mejor el estrés o la ansiedad. En palabras de sus padres, “A mi hijo le está ayudando muchísimo y está muy contento”.
Coordinación y conciencia corporal: Los ejercicios de danza fortalecen sus habilidades físicas, esenciales para su autonomía y desarrollo.
Uno de los pilares de Danza Las Palmas es la inclusión. Cada niño es único y especial, y nos esforzamos por ofrecer un espacio donde puedan sentirse libres, valorados y apoyados. El profesor Álvaro es un ejemplo de esta filosofía: su trato profesional y cercano crea un ambiente en el que todos los niños pueden florecer.
El padre de nuestro alumno concluye: “Creo que estaremos mucho tiempo en esta escuela porque a mi hijo le está ayudando muchísimo”. Estas palabras llenan nuestro corazón de alegría y refuerzan nuestro compromiso con la inclusión y el crecimiento personal a través de la danza.
¡La danza transforma vidas!
En Danza Las Palmas celebramos cada pequeño logro y creemos que todos los niños sin excepción merecen un espacio donde poder ser y sentirse especiales✨